El próximo 1 de diciembre se celebrará el 25 aniversario del Día Internacional del Sida, tras su creación en 1988. Sin embargo, hasta 1991 no se introdujo el símbolo dellazo rojo, de manos de Frank Moore y su equipo de VISUAL AIDS, con el objetivo de recordar a la personas fallecidas debido al VIH.
Este lazo rojo se remonta a una costumbre estadounidense de honrar y recordar a fallecidos con una cinta atada a un árbol. Un símbolo que también muestra el amor, el recuerdo y el afecto por las personas desaparecidas. Su significado es la solidaridad, aceptación, compromiso, conocimiento, acción y apoyo, y su color, según Moore, señala «la relación con la sangre y la pasión, no solo rabia, sino amor, como un San Valentín».
Sin embargo, un elemento tan utilizado desde entonces, ha mantenido la misma carga y estigma que, tras treinta y dos años del primer diagnóstico de sida, sigue manteniendo el propio VIH y las personas que viven con él.
Desde los primeros casos de infección por VIH han transcurrido muchos años y en todo este tiempo hemos tenido que pasar por momentos difíciles, en los que la humanidad no era capaz de dar una solución a esta epidemia, pero también en los que hemos conseguido desarrollar una respuesta médica eficaz, que permita pensar en un futuro diferente.
En la actualidad, las personas con VIH tienen una calidad de vida a largo plazo similar al resto de la población, y la efectividad del tratamiento reduce la posibilidad de trasmitir la infección a terceros casi en su totalidad, por lo quelo importante es que cada persona conozca su estado serológico frente al VIH y actúe en consecuencia.
Controlar y acabar hoy en día con la epidemia de VIH es, médicamente, así de sencillo: si toda la población se hiciese la prueba y todas las personas que viven con VIH fueran diagnosticadas, podríamos,, como sociedad, suministrar tratamientos antirretrovirales a cada una de esas personas y evitar nuevas infecciones, ya que:
- En España un 40% de las personas infectadas lo desconoce, y, en consecuencia,
- el 75% de los nuevos casos son producidos por estas personas que desconocen vivir con VIH.
Y un nuevo dato, el 50% de los nuevos diagnósticos en España debutan en el VIH con un diagnóstico tardío, es decir, en fase de sida, por lo que las complicaciones médicas para si mismos y las probabilidades de trasmitir la infección a otras personas, al desconocer su estado, aumentan de forma exponencial y, con ello, el gasto sanitario, que tanto preocupa en sus decisiones a nuestro gobierno.
Gobierno que, de manera progresiva, da la espalda a esta necesidad social y a este problema sanitario.
VIH: El fracaso social de un éxito sanitario
En todos estos años, muchos países y, en general, la comunidad internacional, han hecho grandes esfuerzos para evitar la propagación del virus a más población. Se han invertido recursos personales, económicos y materiales en un trabajo de asistencia y prevención del virus, que, en algunos casos, no ha tenido demasiado efecto teniendo en cuenta datos como:
- El 50% de los nuevos diagnósticos en el mundo son en jóvenes menores de 25 años.
- En España, más de un 60% de las nuevas infecciones se dan en el margen de edad entre los 15 a 40 años.
Es decir, las primeras medidas de prevención y campañas surgieron efecto en el control inicial del virus, o quizá lo consiguió la propia agresividad y el riesgo de vivir y sobrevivir con VIH en aquel momento. Sin embargo, el paso de los años, a pesar de facilitar la respuesta médica, lo que ha ocasionado es justo el efecto contrario. Se sigue manteniendo estable el número de infecciones por año e, incluso, aumenta ligeramente.
No es un mal logro, ni mucho menos, sino el crecimiento hubiese continuado sin remedio. Pero precisamente ahora, es el momento de ser más contundente y dar el último empujón que cierre un capítulo tan duro y triste en la historia de la humanidad.
Y, sobre todo, tenemos que conseguir la normalización de las personas que viven con VIH en nuestra sociedad, porque esta normalización, y la ruptura de la discriminación relacionada, permitirán que la gente se acerque más a la prueba del VIH y tenga menos miedo a un rechazo.
Es esencial que hablemos de VIH y de cómo frenarlo entre todos
¿Cuáles son los motivos de este fracaso social del que todos somos responsables?
Podríamos pensar en muchas razones:
- La existencia de leyes que todavía discriminan social y diariamente a las personas que viven con el VIH: que siga siendo considerada enfermedad infecto-contagiosa permite que todavía puedan prohibirle la entrada a una piscina pública a una persona afectada, o a que conduzca un taxi. Algo tan surrealista como esta categorización para el VIH. O el famoso nuevo Real Decreto 16/2012 que limita el acceso a tratamientos a muchas personas que conviven a diario en nuestra sociedad, y les niega un derecho básico: el de la salud.
- La ausencia de una información veraz y científica, en los entornos educativos, relativa a la educación sexual y afectiva: es muy sencillo comprar y enseñar a un niño, de corta edad, a usar una videoconsola, con la que puede jugar a matar a gente, y realmente complicado que se les hable de sexo y afecto y se les proporcionen preservativos en edades en que pueden necesitarlos y usarlos.
- La cantidad de clichés y estigmas que se han depositado sobre un simple virus y las personas afectadas: etiquetas que todavía se asocian por parte de algunos sectores sociales, que no son capaces de ver lo enriquecedor de la diversidad. Ya lo hemos contado en algún otro post, “ser diferente es un derecho humano fundamental” y eso no implica ningún término peyorativo ni condena por serlo.
- Y, por supuesto, la continua reducción de ayudas públicas para la respuesta al VIH y la educación afectivo-sexual, y no sólo las públicas, también las del sector privado.
Y podríamos seguir enumerando muchas más razones que hacen que seamos un poco menos sociedad y que tengamos que trabajar a diario por un mundo más justo, diverso y respetuoso.
Por eso, este Día Mundial del sida en 2013, Apoyo Positivo se ha unido a una iniciativa europea, la primera Semana Europea de la Prueba del VIH, en la que numerosas entidades, administraciones públicas, etc., publicitaremos y daremos difusión desde hoy a la prueba de este virus, con el fin de lograr un diagnóstico y tratamiento precoz y un control real de la epidemia.
Una iniciativa de muchas partes, diversa, que celebramos lanzando un mensaje que será futuro y línea de acción de nuestra entidad a partir de este 2013: WE LOVE DIVERSIDAD.
Así que si tienes un rato a lo largo de tus 365 días del año, acércate a conocernos y únete a este mensaje inclusivo que queremos transmitir y con el que arrancamos esta semana. En tu mano está que no sólo sea un lazo en la solapa por el 1 de diciembre.