Las últimas modificaciones en lo relativo a contribución en el pago de medicamentos, por parte de los enfermos, nos da otro nuevo despropósito normativo para los enfermos de VIH.
Nos hemos encontrado hasta hace poco con una situación donde el derecho a la intimidad y la propia imagen se veía afectado con los códigos de recetas utilizados:
Código | Aportación | |
TSI 001 | Exentos de aportación | |
TSI 002 | 10% | |
TSI 003 | 40% | |
TSI 004 | 50% | |
TSI 005 | 60% | |
ATEP | Accidente de trabajo y enfermedad profesional | Exentos de aportación |
CAMP | Campaña Sanitaria | 10% por envase de medicamento hasta 4,13 € |
SDTX | Síndrome Tóxico | Exentos de aportación |
Así, al emitir las recetas oficiales con el código CAMP, de poco valía en numerosas ocasiones el debido secreto profesional de sanitarios y farmacéuticos, para que en muchos casos se conociera la situación de afectado por VIH de una determinada persona.
Sin embargo no ha sido la razón, pero si la economía la que ha venido a quitar dicho código de muchos afectados.
Las modalidades de aportación del paciente en relación con la prestación farmacéutica se recogen en el Real Decreto Ley 16/2012 de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones. La nueva aportación es efectiva desde el 1 de julio de 2012.
- Aportación normal: con carácter general, la participación económica que corresponde satisfacer a los usuarios en el momento de la dispensación en oficina de farmacia es del 40% sobre el precio de venta al público.
- Aportación reducida: un 10% sobre el precio de venta al público, sin que el importe total de la aportación pueda exceder de 2,64 euros por envase, importe que puede ser actualizado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, según lo dispuesto en la normativa vigente. Corresponde abonar este tipo de aportación en los siguientes supuestos:
- Medicamentos para el tratamiento de enfermedades crónicas o graves, clasificados en los grupos o subgrupos terapéuticos recogidos en la normativa vigente y de acuerdo con las condiciones establecidas.
- Efectos y accesorios pertenecientes a los grupos reglamentariamente establecidos.
- Medicamentos que proporciona el Sistema Nacional de Saluda través de receta oficial a los enfermos de SIDA.
- Exentos de aportación: en los siguientes supuestos:
- Pensionistas y colectivos asimilados, afectados de síndrome tóxico y personas con discapacidad en los supuestos contemplados en su normativa específica.
- Tratamientos derivados de accidentes de trabajo y enfermedad profesional.
- Productos cuya dispensación al usuario se realice en los centros o servicios asistenciales sanitarios.
Tratamientos de aportación reducida (productos con cícero o punto negro)
Son medicamentos y productos sanitarios a los que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha dado esta clasificación. En estos casos todos los usuarios, excepto los que pertenezcan a alguno de los colectivos exentos de aportación, abonarán el 10% del PVP con una cuantía máxima de 4,26 euros por envase. Este importe máximo se actualizará de forma automática por el citado Ministerio cada mes de enero, con la evolución del IPC.
También tienen esta aportación los enfermos de VIH/SIDA en los medicamentos financiados por el Sistema Nacional de Salud, dispensados a través de receta oficial. Estas recetas se identificarán como Campaña Sanitaria en el apartado de datos del paciente.
Cuando al legislador le hubiera sido suficiente el incluir a este colectivo en el apartado TSI002 para bonificarle unos medicamentos necesarios para su vida, ha elegido el mantener la campaña sanitaria para poder acogerse a estos precios reducidos. La otra opción es someterse al sistema de clasificación normal y pagar unos porcentajes más altos que los que hasta ahora se estaban pagando.
Es obvio que, una vez más, se legisla sin mirar al enfermo, sin tener en cuenta sus reivindicaciones y poniendo la economía y la administración por encima de la libre elección de las personas por mantener la confidencialidad que ellos mismas elijan en sus relaciones.
En resumen. O nos atacan la imagen o el bolsillo. Todo menos escuchar a quien tiene algo que decir. Vamos de lo malo a lo peor.