A raíz de la polémica con la campaña “Pica más seguro”, dedicamos un post para la defensa de estrategias similares, basadas en la reducción de daños.
La campaña “Pica más seguro” ha sido desarrollada por el Ayuntamiento de Bilbao, a fin de minimizar los riesgos del consumo de drogas. Se basa en la distribución selectiva de un flyer informativo. “Si no está bien picada, puedes dañar tus fosas nasales”, “rula sólo con tu rulo”; se habla de “un consumo más seguro”. La iniciativa tuvo lugar durante una serie de eventos festivos (Semana Grande) y los flyers sólo fueron distribuidos a aquéllas personas que acudieron presencialmente al punto de atención para solicitar información sobre drogas y su consumo, de tal manera que la tarjeta sólo fue entregada a consumidores reales o potenciales. El Área de Salud y Consumo explicó sus intenciones: «Queremos que los jóvenes dispongan durante su tiempo de ocio nocturno de fin de semana de un servicio dinámico, próximo y adaptado a sus necesidades y demandas sobre los riesgos asociados a sus conductas afectivo-sexuales, consumos y comportamientos en relación a las drogas, y proponerles, en su caso, y esta es la clave, la asunción de pautas más saludables, seguras y responsables«.
Es una estrategia colindante con la de implantar en fiestas o eventos musicales puestos-mesas informativas que analizan la droga que van a consumir los consumidores que solicitan atención, de tal manera que pueden averiguar si su droga es un producto de mala calidad que puede hacerles severo daño, a fin de que decidan con mayor información las consecuencias de su consumo. Este tipo de acciones en nuestro país suelen ser llevadas a cabo a través de la asociación Energy Control, que gusta de poner stands informativos dirigidos al consumo más seguro en aquellas fiestas que lo hayan solicitado.
La campaña “Pica más seguro” ha sido duramente criticada por partidos políticos y sectores más conservadores. Se denuncia lo que se percibe como una frivolización al consumo de drogas y un riesgo de que se incentive más el consumo entre jóvenes. Dadas las críticas, el Ayuntamiento ha anunciado que la campaña no volverá a repetirse.
Esto nos recuerda a la polémica que hubo en 2008 con la guía “Esta guía va de culo”, de Stop Sida. Esta guía, subvencionada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, dirigida a hombres que tienen sexo con hombres, incluía información sobre reducción de riesgos ante el VIH y Hepatitis C, y empleaba un lenguaje “a pie de calle” alejado de tecnicismos. Como efecto de ello, se publicaron varios artículos en prensa donde se denunciaba que la guía era un factor de incitación al consumo de drogas y prácticas sexuales sin preservativo. La polémica fue tal que el Ministerio ordenó la retirada de la guía, que ya había sido parcialmente distribuida. Esto fue en 2008, en un contexto de significativo aumento de VIH en población de hombres que tienen sexo con hombres. ¿Tan poco hemos cambiado que se sigue pidiendo la retirada de este tipo de campañas?
En este contexto conviene recalcar que la reducción de daños como estrategia lleva realizándose en proyectos de salud de nuestro país desde la segunda mitad de los años 80, siendo especialmente notable su impacto frente a las problemáticas del VIH y también de las drogas. La estrategia de reducción de riesgos consigue limitar los efectos nocivos de prácticas que vulneran nuestra salud, de tal manera que la población destinataria adquiere mayor capacidad de control en sus hábitos de conducta y sociabilización.
No toda la droga que consigamos puede servirnos para “pasar un buen rato”, dado que puede estar fuertemente adulterada y ser peligrosa. No todas las drogas pueden tener el mismo espectro de efectos para todas las personas, puesto que pueden influir determinadas infecciones, enfermedades o tratamientos. Hay combinaciones de drogas que perjudican más que otras. Hay maneras de consumir droga que conllevan más peligro, en ocasiones con consecuencias irreversibles. ¿Realmente sabemos cómo usar cada droga para evitar/reducir complicaciones importantes? Ser conscientes de todo ello conlleva un menor número de sobredosis, de infecciones de Hepatitis C y de VIH, de problemas en la salud.
Que ciertos sectores de la sociedad hayan solicitado la retirada de “Pica más seguro” –como si sólo fuera una campaña puntual y no se basara en una estrategia de salud realizada en multitud de países, con indicadores de éxitos comprobados- es sólo un ejemplo del desinterés que se ha mostrado siempre por estas cuestiones, y de las resistencias a aceptar el reto que nos suponen.
Campañas como “Pica seguro” forman parte de estrategias de reducción de riesgos, como también lo son el intercambio de jeringuillas, el mantenimiento de terapia con metadona, o recomendaciones frente al VIH ante una práctica de riesgo (ya que vas a tener sexo con penetración y sin preservativo, reduce microlesiones usando lubricante o evita la eyaculación en mucosas; ya que has tenido práctica de riesgo para una infección de transmisión genital, hazte la prueba para que la infección no progrese, etc.).
Como ejemplo de implementación de estrategias de reducción de riesgos, quisiéramos reseñar el Plan de Emergencia de Salud Pública con motivo del Pride Torremolinos 2017, organizado por Apoyo Positivo y con la colaboración de su Ayuntamiento. En el Plan de Emergencia participaron además agentes de seguridad (Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil), directores de los centros de salud (C.S. San Miguel, C.S. Carihuela) y responsables del Distrito Sanitario Costa del Sol.
Con motivo del Pride, se estimaba en Torremolinos una ingente afluencia de turistas y participantes en unos eventos que, aparte de enriquecer un contexto de reivindicación y fiesta, podían ser factores de vulnerabilidad para la salud.
Apoyo Positivo ofreció durante un encuentro con agentes clave una sesión formativa (epidemiología de VIH y otras ITG’s; tipos de drogas más habituales consumidas en festivales; causas del aumento de consumo; características del Plan); se comentó la importancia de conocer el volumen de asistentes a un evento como el Pride- donde la población de la localidad aumenta en 40.000 habitantes durante los cuatro días que dura el evento-, y donde se da una gran concentración de personas en zonas muy acotadas (zonas de Plaza de Nogalera, recorrido del desfile de carrozas, zonas de fiestas y conciertos).
Se informó también a los Cuerpos de Seguridad y Personal sanitario del Pack Preventivo creado para dicho evento, con el objetivo de acercar la salud sexual y reducir riesgos ante un posible consumo de drogas recreativas
El pack incluyó un tubo para esnifar (“rulo” o “turulo”). ¿Incluirlo supuso una incitación al consumo? No. Quien consume lo hace por factores ajenos a si una asociación le ha informado o no acerca de un consumo menos perjudicial, o si le han dado o no un turulo, que fácilmente puede hacer por su cuenta. El turulo del pack no conllevó incitación al consumo; lo que consiguió es que la persona que fuera a consumir pudiera tener material de uso propio y no compartirlo con otras personas, reduciendo con ello el riesgo de transmisión de infecciones. No olvidemos el aumento de Hepatitis C de los últimos años, a consecuencia de intercambio de material de drogas…
Nuestro pack preventivo constaba de:
- Tarjetas Asociación
- Información sobre Testing
- Programa “Sexo, Drogas y Tú” (Chemsex)
- Preservativo Sensitex (extra fuerte, lubricado).
“Esto queda entre nosotros” Pack Junta Andalucía:
- Preservativo Sensitex (extra fuerte, lubricado).
- Gel lubricante base de agua Sensitex.
- Guante Nitrilo, por si se realiza fist-fucking.
- Tubo para esnifar (“Rulo” o “turulo”)
Mediante el Plan se distribuyeron más de 300 unidades del Pack preventivo, en diferentes salas y fechas en Torremolinos: Carpas de Apoyo Positivo en Pride Torremolinos, discoteca Aqua, Sauna Apolo, Sala Centuryon, vía pública…
Dado el contexto de nuevas transmisiones y riesgos asociados al consumo de drogas, en Apoyo Positivo trabajamos por una alianza sociedad civil-movimiento asociativo- administraciones públicas que integre un campo de acción integral para la promoción de la salud pública, lo que equivale a integrar estrategias de reducción de daños.
Resulta curioso que en un país como el nuestro se considere que la publicación en prensa de anuncios de mujeres en situación de prostitución no incita a la prostitución ni a ser usuario de sus servicios, y sin embargo las campañas y recursos que informan sobre la importancia de reducir riesgos ante prácticas vulnerables para nuestra salud sean contempladas como promoción de drogas o de prácticas perjudiciales, hasta el punto de que esas campañas sean vistas como el problema de salud pública contra el que luchar y conseguir que éstas vayan desapareciendo.
Explicar e informar no es alentar ni incitar. Es reaccionar. El trabajo de los agentes sanitarios no debiera de consistir en juzgar y en decir lo que es moral, ética o sexualmente adecuado. Debemos reconocer realidades para poder generar contextos más seguros que encaminen hacia la realización personal y social.
En Apoyo Positivo instamos a la importancia de no caer en polémicas destructivas ni en cambiar estrategias de promoción de la salud que llevan décadas confirmándose como eficaces.