MUJER Y VIH

Desde Apoyo  Positivo queremos dar visibilidad a la realidad de la mujer VIH  y vamos a empezar por contaros un poco qué situaciones viven las mujeres VIH, Let´s Go!!!

Según datos de Onusida , durante el 2020,cada semana , alrededor de 5.000 mujeres jóvenes cisexuales de entre 15 y 24 años contrajeron el VIH en el mundo.

En el África subsahariana, la región con la mayor epidemia de VIH del mundo, las mujeres representaron en 2020 el 63 % de las nuevas infecciones entre adultos (mayores de 15 años).

Hay que tener en cuenta que en estos datos no se integran a las mujeres transgenero ya que en la mayoría de los países están integradas dentro de los datos de hombres homsexuales cisexuales y en, al menos,19 países no existen datos oficiales ya que están perseguidas y/o criminalizadas. Por lo tanto, los datos a los que haremos referencia en este blog es en relación a mujeres cisexuales con VIH.

Si sabemos que el riesgo de contraer el VIH es 34 veces mayor para las mujeres transgénero.

Se puede hablar de una diferenciación por países o regiones derivados de las desigualdades sociales, económicas y jurídicas que  facilitan o imposibilitan la formación, sensibilización o incidencia social, diagnóstico, acceso sanitario y la calidad de vida  y derechos de las personas VIH.

Respecto a la formación:

No todas las personas tienen acceso a una educación sexual integral y de calidad que les permita estar capacitadxs para explorar su sexualidad y sus relaciones. En muchos países, el nivel de conocimientos sobre el VIH entre las adolescentes y las mujeres es bajo , pero tiende a ser más bajo entre aquellas que viven en la pobreza y aquellas que tienen un nivel de educación precario (obligadas a abandonar estudios a más corta edad). También se puede hablar de desigualdades entre poblaciones rurales y urbanas. En España aun no contamos con una educación sexual afectiva desde una perspectiva diversa dentro del curriculum escolar, lo que hace que esa formación sea extraoficial y dependa del interés personal de cada une y de los recursos de la zona, así como de la flexibilidad política de la comunidad autónoma.

Respecto a la sensibilización e incidencia social y política:

Durante los primeros años de la pandemia y décadas posteriores, las mujeres cis y trans han sido protagonistas, junto a los hombres homosexuales de la lucha contra el VIH. Se encargaron de movilizar a las comunidades para exigir responsabilidad y justicia social para las personas con VIH, y  para defender los derechos igualitarios de las mujeres. Pero en los últimos años se ha vivido  una invisibilización de las mujeres VIH generada por el miedo al estigma, por machismo, por violencia, por represalias sociales y politicas y por no tener una postura común que recoja todas las transversalidades (mujeres racializadas, mujeres trans, mujeres con diversidad funcional,…)

Se necesitan proyectos que respalden un empoderamiento de la mujer como representantes de las esferas políticas y sociales a todos los niveles, que no se silencia la voz de sus demandas.

Respecto al diagnostico:

Por ejemplo, el diagnostico de las mujeres VIH , a nivel internacional, es más favorable por la responsabilidad cultural y sistemática patriarcal que se le ha dado a la mujer históricamente en cuanto al cuidado de la salud frente al hombre; pero también hay que tener en cuenta que hay servicios especializados para mujeres cisexuales que amplian la posibilidad de acceder a pruebas y al TAR  (como los servicios de diagnostico prenatal para evitar la transmisión vertical).  Pero esto tiene un sesgo heterosexual y reproductivo  (AY MAMA- como diría Rigoberta) ya que muchas mujeres que no hacen un control natal pueden ser diagnosticadas muy tarde; sin contar que no se tienen en cuenta la libertad sexual de la mujer.

Veamos el caso de España, en cuanto a la transmisión vertical tiene una incidencia muy baja (43 casos desde 2013 hasta 2020), siendo muchos de estos diagnósticos por no tener seguimiento medico desde el embarazo (fuera del sistema), pero en cambio el porcentaje de mujeres  con diagnostico sida representan el el 73,8%  y el 58,3%  respecto a los hombres (Vigilancia epidémica España 2020).

Respecto al acceso sanitario:

Muchas mujeres VIH no han tenido un fácil acceso a los recursos sanitarios, bien por escasez de recursos, por limitación legal o por vulneración de derechos fundamentales (familiar, social,…). Una vez dentro del sistema sanitario tampoco han sido muy bien tratadas  y tienen miedo de acudir a visitas en otras especialidades por la falta de formación que se tiene del VIH a día de hoy, pasando a ser las ultimas de las listas en de intervención quirúrgica, negándoles la atención o ,incluso, pese a saber que una mujer INDETECTABLE y con seguimiento medico especializado durante el VIH no transmite el VIH a su hije se siguen recibiendo casos de intentos coercitivos para que no se embarace de forma natural, de esterilizaciones forzadas y de abortos obligatorios (sabemos que hay al menos seis paises que todavía consideran un delito la transmisión vertical).

Se le suma a la discriminación del VIH, las posibles discriminaciones por diversidad sexual respecto a identidades y orientaciones, diversidad étnica o cultural , diversidad funcional,…

Respecto a la calidad de vida y derechos:

Una de cada tres mujeres y adolescentes de todo el mundo sufre violencia física o sexual por parte de sus maridos, parejas masculinas o extraños. Lo que más miedo da es que estas situaciones se suelen dar en los espacios que se supone son más seguros.  Durante la COVID-19, las denuncias de Violencia de género, matrimonio infantil y forzado, mutilación genital femenina y violencia sexual no han hecho más que aumentar. La violencia dentro de la pareja puede aumentar las probabilidades de que las mujeres contraigan el VIH hasta en un 50 %, dificulta la negociación de metodos preventivos, acceso a seguimiento medico y tratamiento, libertad de decisión,…

Las trabajadoras sexuales, las mujeres consumidoras de drogas y las personas bisexuales y trans se enfrentan a riesgos excepcionalmente altos de contraer el VIH y sufrir violencia de género y agresiones sexuales, todo ello impulsado por el estigma y  la criminalización relacionados con el VIH.

Se necesitan proyectos que respalden un empoderamiento de la mujer como representantes de las esferas políticas y sociales a todos los niveles, que no se silencia la voz de las demandas de tods las mujeres VIH (cis, trans, racializadas…) y que garanticen sus derechos sexuales y/o reproductivos, acabar con las barreras y las limitaciones en accesos sanitarios, acabar con la violencia y las agresiones sexuales a mujeres, acceder a una educacion sexual afectiva adecuada.

¿Y cómo trabajamos en esos objetivos?

En Unfollow de Virus informamos de todos los avances en la lucha contra el VIH. E n este vídeo hablamos de las mujeres que viven con VIH y en damos un poco de luz sobre sus vivencias y preocupaciones.