El tratamiento para el VIH o tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) es el tratamiento estándar usado para controlar la infección por VIH y mejorar la calidad de vida de las personas seropositivas. Este tratamiento supone una “cura funcional” para las personas con VIH y se trata de un híto de la medicina moderna a falta de una cura definitiva.
Tratamiento Antirretroviral (TAR)
EL TAR está compuesto por dos medicamentos antirretrovirales (biterapia) en algunos casos y por tres (triterapia) en otros. Estos componentes actúan en diferentes etapas del ciclo de replicación del virus del VIH evitando que se generen copias nuevas del mismo, lo que se traduce en la reducción de carga viral, en la mayoría de los casos, hasta llegar a niveles indetectables.
La carga viral hace referencia a la cantidad de copias del virus presente en sangre y se contabiliza por número de copias del virus por mililitro (ml) de sangre.
En este sentido, es importante destacar que la carga viral es un indicador clave de la progresión de la infección por el VIH y, a su vez, de la eficacia del tratamiento antirretroviral. Un descenso en la carga viral tras comenzar el tratamiento, por lo general, indica que el tratamiento está siendo efectivo y que la persona tiene un buen pronóstico para mantener una buena salud.
Gracias a la acción del tratamiento y el descenso de la carga viral, la persona puede alcanzar niveles indetectables de copias del virus, lo que quiere decir que, con la tecnología actual, no se detectan copias del virus en sangre tras analizar una muestra. En la actualidad el límite de conteo de copias capaz de detectarse es 20 copias, es decir, una persona con un conteo de carga viral menor de 20 se considera Indetectable, aunque aún se siguen utilizando tecnología cuyo limite de copias es 50. En cualquier caso, lo importante es:
Una persona con VIH y carga viral indetectable NO TRANSMITE EL VIRUS.
INDETECTABLE=INTRANSMISIBLE.
En comparación con los tratamientos usados anteriormente para intentar controlar la infección del VIH, el TAR es mucho más efectivo y seguro. Esto quiere decir que su capacidad para evitar la replicación del virus es muy alta y son bien tolerados por la mayoría de las personas.
Efectos secundarios
En lo referente a los posibles efectos secundarios del tratamiento, aquellos usados antes del TAR solían causar reacciones adversas que, en muchos casos, deterioraba la salud tanto física como psicológica de las personas que los tomaban y que en muchas ocasiones podía suponer el abandono del tratamiento, con los riesgos que esto podía suponer. Algunos de los efectos secundarios de los primeros tratamientos para el VIH eran, la lipodistrofia, alta toxicidad hepática, falta de efectividad para controlar la replicación viral, problemas de diabetes e hiperglucemia o hemofilia entre otros.
Actualmente, los efectos secundarios del TAR, en la mayoría de los casos, son poco frecuentes y, de aparecer, suelen ser “más tolerables”. Los efectos secundarios más habituales de esta medicación en la actualidad suelen ser comparables a los de la mayoría de los medicamentos: náuseas, diarrea, fatiga o dolor de cabeza. De aparecer, suelen ser leves y desaparecer después de algunas semanas. En caso de que los efectos secundarios persistan se recomienda consultarlo con el especialista de referencia. Los efectos secundarios destacables a largo plazo en la actualidad podrían ser la afectación hepática o la reducción de la mineralidad de los huesos.
Adherencia
Otro factor importante a tener en cuenta cuando hablamos de tratamiento antiretroviral es tener una buena adherencia al mismo. Esto quiere decir tomar la medicación de forma regular siguiendo las prescripciones del médico especialista. Por lo general, en la mayoría de los TAR actuales, esto consiste en la toma de uno o dos comprimidos, una vez al día, en una franja horaria determinada. La importancia de la adherencia radica en la necesidad de mantener una cantidad de medicación en el organismo suficiente para evitar la replicación viral.
Una mala adherencia puede desencadenar le reactivación de la replicación viral, pudiendo generar la creación de resistencias del virus frente a alguno de los componentes del tratamiento y por tanto, la pérdida de efectividad del mismo para controlar la infección y la necesidad del cambio de pauta terapéutica, reduciendo a su vez la disponibilidad de opciones de tratamientos útiles para controlar la infección.
Interacciones
Al comenzar a tomar este tipo de tratamientos, es necesario comprobar las posibles interacciones con otros medicamentos o sustancias de uso recreativo.
Aunque estas interacciones cada vez son menos frecuentes, este es un factor importante a tener en cuenta ya que, de producirse interacciones, la efectividad del tratamiento podría verse comprometida o podría suceder un aumento de la toxicidad o tolerabilidad.
Entre los medicamentos que pueden producir interacciones con el TAR se encuentran algunos tratamientos indicados para la ansiedad, algunos antidepresivos, antibióticos o productos de herbolario.
Se recomienda comentar con el médico especialista la toma de otros medicamentos a la hora de valorar qué combinación de fármacos antirretrovirales se administrará. La información sobre las principales interacciones vienen indicadas en los prospectos y también pueden ser consultadas online.
En este link podrás encontrar una herramienta para consultar distintas interacciones entre tratamiento antiretroviral y otras sustancias.
Recogida medicación
El TAR solo se dispensa en farmacias hospitalarias y está sujeto a las revisiones médicas.
Si una persona con VIH no acude a las revisiones rutinarias pautadas por el especialista, este no podrá renovar la receta de la medicación y por lo tanto, podría ocurrir una interrupción del tratamiento y por consiguiente no se podrá asegurar la indetectabilidad.
La pandemia de la Covid-19 puso en evidencia algunos problemas que tienen las personas con VIH a la hora de recoger su medicación. En el territorio español, como todos sabemos, las competencias sanitarias están divididas por comunidades autónomas, y aunque el acceso al tratamiento está asegurado para cualquier persona con VIH, los pormenores cambian según en qué comunidad autónoma estés.
Una cosa tienen en común, la medicación para el VIH, solo se puede recoger en farmacia hospitalaria, con todo lo que ello conlleva, horarios, restricciones, accesibilidad, etc.
Hay quienes la distribuyen cada 3 meses, otras casa 2 e incluso las hay que la reparten cada 4 o 6 meses, depende de cada centro hospitalario.
Algunas farmacias han optado por que la medicación se recoja a través de unas máquinas dispensadoras que, una vez identificado al usuario, le da su medicación, pero
¿y si la persona tiene una consulta?
¿Si se puede recoger la medicación a través de una máquina, porque no se puede dispensar en cualquier farmacia?
En otras tienes que pedir cita previa para poder ir a recoger tu medicación, lo que puede complicar la organización, pero, en teoría, reduce los tiempos de espera. Aunque también existen algunas farmacias hospitalarias que, mientras vayas dentro de su horario de apertura, te atienden por hora de llegada.
Si te resulta imposible recoger tu medicación en el horario de apertura de tu farmacia hospitalaria, siempre puedes ponerte en contacto con ellos por teléfono o email y solicitar un impreso para autorizar a una persona que recoja la medicación por ti o incluso ponerte en contacto con alguna asociación de respuesta al VIH para que te asesoren.
CESIDA, coordinadora estatal de VIH y SIDA, tiene en su web un buscador con todas las entidades que pertenecen a ella en territorio nacional. https://cesida.org/quienes-somos/organizaciones/
¿Qué pasa si no tienen medicación disponible?
Pocos son los casos que se han dado, ya que cada hospital controla el número de pacientes que va a recoger su medicación a farmacia hospitalaria, pero no es imposible. Lo que suele ocurrir es que se modifica la cantidad de medicación que se entrega, en lugar de 3-4 meses, se te da medicación para 1-2 en lo que se resuelve la incidencia.
I=I
Hoy en día el TAR se ha convertido en un aliado de la persona con VIH para conseguir llegar a la INDETECTABILIDAD, algo muy importante para controlar la infección y el estado de salud a corto y largo plazo de la persona con VIH, pero, además, en ser INTRANSMISIBLE, un punto clave en la lucha contra el estigma que sufren las personas con VIH a la hora de relacionarse sexo-afectivamente con su entorno, ya que si todes tenemos claro que una persona con VIH, en tratamiento y con la carga viral indetectable, NO PUEDE TRANSMITIR EL VIRUS, no hay miedo a relacionarse con ella
Si quieres saber más sobre el tratamiento del VIH no te pierdas el último vídeo de UNFOLLOW de VIRUS