Del 8 a 10 de abril se celebró en Lisboa, Portugal la 4ª Cumbre Mundial sobre Hepatitis (World Hepatitis Summit), organizado por la Alianza Mundial contra la Hepatitis (WHA), copatrocinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y apoyado por el Ministerio de Sanidad de Portugal.

Con más de 30 sesiones, reuniones paralelas, plenarios y talleres, el evento acogió a cerca de 700 delegados de 95 países, de los cuales más de 550 asistieron en persona.

Fueron muchos los avances, presentaciones y conversaciones los que se presentaron en la Cumbre, que además tuvo un objetivo principal y claro: reactivar la acción y respuesta en torno a las hepatitis víricas en todo el mundo.

Apoyo Positivo forma parte del Programa CIP, Community Impact Programme, que desarrolla este año la WHA, una cohorte de activistas y agentes clave de los cinco continentes, colaborando y aprendiendo juntos para acelerar la respuesta local y la creación de redes para ello. Así mismo este año desarrollamos un programa especial de atención a las Hepatitis Víricas, #HealthyLiver2030, en colaboración con Gilead, para formar parte de esa respuesta global necesaria.

De estos días de trabajo y de la experiencia común, desde la comunidad de respuesta internacional hemos presentado una declaración sobre las necesidades urgentes de atención a esta problemática global de salud pública.

Declaración Comunitaria de la 4ª Cumbre Mundial de Hepatitis

Para mejorar la vida de las personas que viven con hepatitis, los asistentes a la cuarta Cumbre Mundial sobre la Hepatitis hacen un llamamiento para reajustar y revitalizar la respuesta. La eliminación de la hepatitis viral para 2030 está a nuestro alcance, pero sólo si actuamos ahora para ampliar drásticamente las respuestas centradas en la persona y culturalmente apropiadas.

Las herramientas para eliminar la hepatitis viral para 2030 ya existen, tenemos una vacuna para la hepatitis B y un tratamiento eficaz y una cura para la hepatitis C. Sin embargo, a pesar de esto, los nuevos datos de la Organización Mundial de la Salud han demostrado que la mortalidad está aumentando con la hepatitis ahora, la segunda enfermedad infecciosa más mortal, en línea con la tuberculosis, y sólo por detrás de Covid-19. Mientras que la incidencia está disminuyendo, la mortalidad está aumentando.

Aunque la incidencia está disminuyendo, sigue habiendo 2,2 millones de nuevas infecciones al año y las tasas de diagnóstico y tratamiento siguen estando muy por debajo de lo necesario: sólo el 13% de las personas con hepatitis B están diagnosticadas y el 2% tratadas, y el 36% de las personas con hepatitis C están diagnosticadas y el 20% tratadas.

Esto es inaceptable.

Pedimos respuestas contra la hepatitis, integradas en sistemas sanitarios diseñados para las personas a las que se atiende y desarrollados en colaboración con la comunidad afectada.

Pedimos que se acelere el acceso a las pruebas, el tratamiento y la atención asequibles y accesibles para quienes los necesitan. Esto requerirá estrategias innovadoras de búsqueda de casos, el compromiso de adquirir productos básicos a los precios más bajos posibles e inversiones en servicios dirigidos por la comunidad para garantizar que las personas que viven con hepatitis reciban apoyo y estén vinculadas a una atención que responda a sus necesidades.

La mejora del acceso requiere que todas las partes interesadas aborden las barreras subyacentes de la falta de concienciación, educación, estigmatización y discriminación. Estas barreras no sólo impiden que la gente se someta a las pruebas, sino que tienen un impacto negativo duradero en la vida y los medios de subsistencia de las personas.

Para lograrlo, pedimos que los gobiernos den más prioridad a la eliminación de la hepatitis. Las respuestas globales deben estar dirigidas de forma comprometida, coordinada y financiada.

Con 300 millones de personas que viven con hepatitis vírica en todo el mundo, no podemos seguir en la trayectoria actual. Las personas que viven con hepatitis víricas, o están afectadas por ellas, merecen algo mejor, y hacemos un llamamiento a todas las partes interesadas para que se unan a nosotros para hacer realidad la eliminación de la hepatitis vírica para 2030.

¡La hepatitis no pueden esperar!