El Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia se celebra el 17 de mayo, una fecha significativa ya que fue el 17 de mayo de 1990 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad en la lista de enfermedades mentales.
Es una celebración que nos recuerda que debemos seguir trabajando hacia una sociedad más inclusiva, pero que también se presta para hacer un balance de lo conseguido. Han pasado 28 años, y si bien todavía queda mucho camino por recorrer, el avance en países como el nuestro ha sido imparable: legislación, visibilidad, reconocimiento, protección policial…
La hegemonía cultural y política se ha opuesto siempre a la ampliación de derechos de las personas LGTBI, con la sospecha de que sería causa de conflicto social. Ya sea bajo el discurso de apelación a lo antinatural, la protección del menor, la religión mal entendida o, simplemente, el desprecio e indiferencia ante la dignidad de los colectivos minoritarios. Para llegar a cada conquista, miles de personas valientes han tenido que luchar hasta el sacrificio. Aprovechemos y recordemos algunos hitos de la lucha LGTBI.
1948, Alfred Charles Kinsey
Kinsey fue uno de los pioneros de la investigación sexual humana y realizó el más extenso estudio sobre sexualidad masculina llevado a cabo hasta el momento. Según el Informe Kinsey, el 13% del total de la población masculina es más homosexual que heterosexual. El estudio fue un escándalo, pero su gran difusión ayudó a ampliar la conciencia de que la orientación sexual no era tan monolítica como se presuponía.
1952, Christine Jorgense
La primera mujer transexual reconocida como tal. Su historia (de origen danés, fue soldado del ejército estadounidense) encandiló a la prensa de EE. UU. de aquel momento, hasta el punto que fue elegida Woman of the year (1954) por el diario Times.
1957, Evelyn Hooker
Profesora en la Universidad de California, Hooker realizó un experimento simple: pasar una serie de test psicológicos a un grupo de hombres, de orientación homosexual y heterosexual, y enviarlos a un grupo de control compuesto por doctores. Según la teoría científica del momento, la homosexualidad era una enfermedad mental que se podía ver en test y que tenía diferencias esenciales con la psicología de los heterosexuales.
El tribunal al que Hooker entregó los resultados de los test no fue capaz de distinguir los realizados por los homosexuales de los heterosexuales. En otras palabras, los instrumentos científicos diseñados para detectar y medir una patología mental no detectaban ninguna en los hombres de orientación homosexual. El experimentó demostró a muchos psicólogos que la psicología de hombres homosexuales no se diferenciaba de las de hombres heterosexuales.
1969, revuelta en el bar Stonewall
El 28 de junio de 1969, con Sylvia Rivera, Tammy Noval y Miss Mayor, entre otras, a la cabeza de la revuelta en el bar Stonewall, fue el origen de la celebración del Orgullo LGTBI. Stonewall era un pub languideciente propiedad de la mafia, que pagaba un dinero a la policía para evitar conflictos ante sus negocios ilegales.
Muchas personas LGTBI acudían de forma regular al local porque sabían del acuerdo entre policía y mafia. Pero la policía irrumpió ese 28 de junio en el local, en medio de una fiesta, con la intención de hacer presión a los dueños para incrementar su asignación económica. Objetos de violencia policial, varias de las personas LGTBI, en especial, transexuales y transformistas, les plantaron cara, lo que originó un enfrentamiento de intensidad creciente.
Se corrió la voz y acudieron más de mil personas para apoyar a las personas LGTBI de Stonewall, con barricadas, ladrillos y piedras, contenedores de basura incendiados…. Los disturbios continuaron hasta la madrugada del el 2 de julio.
La revuelta de Stonewall hizo que las personas LGTBI descubrieran que era posible luchar contra la opresión, si plantaban acciones colectivas. Surgió entonces el Frente de Liberación Gay de Nueva York, que organiza la primera marcha del Orgullo Gay (junio de 1970, Nueva York y Los Ángeles). En los años sucesivos, activistas LGTBI de Europa, con el ejemplo de Nueva York, empiezan a unirse.
1970-1973, Campaña en Europa y EEUU contra la LGTIFobia de la psiquiatría
Los activistas irrumpían en congresos de psiquiatría para interrumpir sus conferencias y denunciarles como inquisidores. El éxito fue tal que en 1973 la APA elimina la homosexualidad dentro de su manual de enfermedades, con un 58% de los votos a favor.
1971, Movimiento Español de Liberación Homosexual
Surge en Barcelona, que terminaría por denominarse FAGC (Frente de Liberación Gai de Catalunya), de carácter clandestino.
Por primera vez en España los homosexuales se reunen más allá de un grupo de amigos o amantes; el objetivo era dialogar con las instituciones para combatir la opresión.
En 1976 llega EHGAM, en Euskadi, y en Madrid en 1977 el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria.
1978 en España surgen los primeros boletines gais: DebatGai, La Pluma.
Durante la década de los 80, varios países europeos (Noruega, Francia, España…) despenalizan la homosexualidad. Gran Bretaña no lo hizo hasta 2004. En España, tras reconocer la legalidad de las asociaciones LGTBI (1980), el Frente de Liberación Gay de Catalunya (FAGC) fue la primera asociación.
1983, se despenaliza en España la operación de cambio de sexo (se excluye del delito de lesiones).
En 1987 el Tribunal Supremo reconoció el derecho de una persona transexual a cambiar de nombre y de sexo.
1986. Surgen COGAM y la Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya.
1988 es el año de la primera manifestación organizada en España. Surge una besada en protesta ante la detención de dos chicas sólo por estar cogidas de la mano por la calle.
1992 se crea la FELG, que se denomina FELGTB desde 2002, federación estatal de buena parte de las asociaciones LGTBI de España.
El activismo frente al VIH/Sida empieza a consolidarse a partir de 1986, y permite aglutinar bajo una misma causa población LGTBI, población heterosexual y minorías racializadas. Su diversidad fue clave para unir proyectos, sobre todo entre 1986-1995.
1990, la OMS deja de considerar la homosexualidad como enfermedad, especialmente tras las acciones de Internacional Lesbiana and Gay Association (ILGA).
1994, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas dictamina que las leyes que prohíben la homosexualidad violan el derecho a la privacidad y a no sufrir discriminación.
1999, la Junta de Andalucía incorpora en las prestaciones sociales la resignificación de sexo para personas transexuales. Es una legislación pionera. Pero no será hasta finales de la década del 2000 cuando se empiece a aprobar en algunas Comunidades Autónomas.
2000, la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, que prohíbe la discriminación por motivos de orientación sexual, es la primera carta internacional de derechos humanos que hace tal referencia específica.
2004, llega Ley de Matrimonio Igualitario a España. España se convierte en el tercer país del mundo en aprobar la igualdad de derechos para el matrimonio y adopción.
2006, la American Academy of Pediatrics publica que los menores criados bajo progenitores del mismo sexo no presentan evoluciones desfavorables.
2007, el proceso de resignificación de sexo en España tiene estatus de prestación social. Se incorporarán a Andalucía, Madrid (2007), Asturias y País Vasco (2009) y Catalunya (2008).
2007, entra en vigor la Ley de Identidad de Género en España. Las personas transexuales pueden cambiar el nombre y sexo en su DNI sin necesidad de pasar por el quirófano. Se reconoce legalmente la diferencia entre sexo y género.
2011, Carla Antonelli es la primera mujer transexual diputada en España (PSOE).
2018. se aprueba en la Ley Integral LGTB en España, aunque está paralizada.
Seguirán más conquistas y, también, más lucha. Porque todos los avances por la diversidad afectivosexual se han conseguido tras décadas de lucha. Es una lucha que debe mantenerse porque en la actualidad las personas LGTBI siguen viviendo en una sociedad LGTBIfóbica. Los derechos, además, bien pueden funcionar como un péndulo si dependen de la evolución social, que a veces puede ser regresiva, por lo que pueden desaparecer (como ocurre en Rusia o en algunos países latinoamericanos).
Acontecimientos como el de Stonewall surgieron de personas que nunca pensaron que iban a cambiar la historia de los derechos civiles, pero que se implicaron frente a la violencia, a veces de manera no organizada. Tenemos ejemplos de activismo que nos muestran que la historia se cambia con nuestra reacción diaria ante lo que no vemos justo, sin ser necesaria en ocasiones una reforma legislativa o estar dentro de un macroproyecto de cambio. Por esto, es imprescindible la colaboración de quien pueda aportar en su día a día el avance por los derechos LGTBI.