El Hecho Sexual Humano

Hace unas semanas, os hablábamos en este blog acerca dela importancia de las familias en la prevención de la violencia por motivos de orientación sexual e identidad de género, en esta ocasión queremos apostar de forma clara por acercarnos a como las personas, y por supuesto los adolescentes, se conforman como seres sexuados (de uno u otro sexo).

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Este es, en nuestra opinión, el primer paso que los padres tienen que dar para poder prevenir la violencia que se pudiera dar por orientación sexual e identidad de género. En este sentido, planteamos un marco teórico concreto que ayude a entender mejor como los adolescentes se construyen. Nos referimos al Hecho Sexual Humano (HSH).

La importancia de la educación

La clave de todo reside en la educación. Educar para la igualdad y para la libertad, es también educar para la diversidad sexual. La realidad es enormemente plural. Existen diferencias entre chicas y chicos, entre las chicas entre sí e, igualmente, entre los mismos chicos. Diferencias entre chicas y chicos heterosexuales y homosexuales, diferencias entre chicas y chicos con identidades de género menos comunes o minoritarias.

Para entender las diferencias de las que hablamos y comprender mejor conceptos como la orientación sexual y la identidad de género, hay que conocer el marco teórico del Hecho Sexual Humano. Este marco, busca mostrar las diferencias como un hecho, como algo positivo y que nos aporta una mayor riqueza: el de la diversidad.

Dentro del Hecho Sexual Humano, hablamos de tres registros que hacen referencia a tres realidades que se dan en todos los seres humanos, que aunque se pueden abordar por separado, las personas vivimos de forma conjunta: la sexuación (estructuras), la sexualidad (vivencias) y la erótica (expresión).

La sexuación 

Desde la gestación hasta la muerte, se van concatenando una serie de estructuras que nos van sexuando como individuos, hasta llegar a dos posibles resultados: mujer u hombre. Es
importante que tengamos siempre en cuenta (y esto es vital cuando pensemos en los adolescentes) que ese resultado, o el hecho de ser mujer u hombre, tendrá infinidad de matices y que no habrá hombres que sean más hombres o que estén mejor construidos, ni mujeres que sean más mujeres o estén mejor construidas.

Cuando hablamos de sexuación, nos referimos por tanto al proceso mediante el cual nos conformamos como mujeres y como hombres través de una serie de niveles, como los
cromosomas, las gónadas, los genitales internos y externos, las hormonas…

Todas las personas, además, compartimos características, en mayor o en menor medida, del otro sexo. Por tanto, ni todos los hombres ni todas las mujeres están en los extremos y unos enfrente de otras. Muy al contrario, todas las personas estaremos en puntos intermedios de esa línea, de forma que inevitablemente todas tendrán algunas estructuras consideradas masculinas y otras consideradas más femeninas. Por lo tanto, todas las personas tienen hormonas masculinas y femeninas.

En la labor de los padres tener en cuenta que trabajan con seres únicos e irrepetibles, cada uno de ellos con sus peculiaridades y particularidades. En definitiva, trabajan con adolescentes diversos a los que habrá que intentar tratar siempre como tales.


La sexualidad 

Como parte del proceso de desarrollo y a medida que se toma conciencia de la existencia de esos dos sexos, cada persona se identifica con uno de ellos. Se empieza a forjar la Identidad Sexual precisamente la forma en la que cada uno se ve, se siente y vive como ser de uno u otro sexo.

En la práctica, es importante tener en consideración que cada uno de los adolescentes con los que se trata, vivirá esa identidad de una forma subjetiva. En este punto, el hablar de lo que es normal o no, no nos ayudará demasiado. Más que hablar de sexualidad, lo mejor es hablar de sexualidades, de diversas formas de vivir como ser sexuados (tantas como personas).

El papel de los padres ha de ser siempre el de conocer, respetar y proteger el proceso de cada persona. En definitiva, acompañar a los adolescentes en ese proceso de vivir como seres sexuados, mostrando siempre aceptación.

En el caso de los adolescentes con orientaciones sexuales e identidades de género minoritarias, esto es de vital importancia, ya que si no se contempla su existencia y, sobre todo, si
no se les muestra dicha aceptación, será difícil que se acepten y vivan de una forma positiva y saludable. Es mucho más sencilloaceptarse cuando te sientes aceptado.

La erótica

Se refiere a la forma en la que se expresa todo lo anterior; el cómo todas las personas expresan y viven como seres sexuados. Cada uno tendrá su propia erótica o forma de vivir y expresarse como ser sexuado. Y la forma de expresarse eróticamente, dependerá de algunos factores como valores y creencias, el modo en que se entienden las relaciones, los sentimientos, emociones… Otra vez toca pensar en plural.

En esta ocasión, el papel de los padres es que los adolescentes se sientan felices con su forma de expresar la erótica. Y existirán  tantas formas de vivir la propia erótica como adolescentes.

Cuando se habla de erótica es necesario conocer las formas en que esta puede expresarse: los deseos y los gestos. Aunque están muy relacionados, se trata de dos conceptos e ideas diferentes. Es muy importante tener en cuenta que las relaciones que implican a los genitales no son las únicas posibles, ni tampoco necesariamente las mejores ni las más importantes. Las caricias, los besos, los abrazos, las fantasías…, son otras formas de expresarse eróticamente (gestos) que pueden aportar satisfacción y placer, del mismo modo que pueden hacerlo otro tipo de expresiones o relaciones que implican a los genitales (coito, masturbación…).

Una vez establecidos este breves conceptos, en los siguientes posts relacionados con esta temática intentaremos acercaros algunos conceptos y definiciones que es necesario conocer en torno a las orientaciones sexuales e identidades de género.