Esta semana comenzaba con una nueva vulneración de los derechos humanos, en concreto, del derecho a la libertad sexual, con las declaraciones de Fernando Sebastián, el nuevo cardenal español designado por el papa Francisco, en las que catalogaba la homosexualidad de deficiencia y apostaba por tratamientos para corregirla, ya que cree que la orientación sexual se puede normalizar con tratamiento.
Y continuaba con la noticia de que el presidente de Uganda, Yowere Museveni, se oponía al proyecto de ley que pretende condenar a los homosexuales a cadena perpetua, pero que manifestaba que los considera gente anormal que debe ser rehabilitada.
Marisa González, buena amiga de nuestra asociación y escritora de relatos breves, nos ha cedido para este post uno de sus relatos, muy cercano a la ficción distópica, que nos recuerda a la sociedad que presentaba Orwell en su 1984, y nos hace reflexionar sobre si se trata de ficción o es la realidad de nuestra sociedad, donde también hay ungran hermano que nos vigila:
Persona non grata
BUENDÍA: Bien… Te llamas Eusebio Martín. Vives en Quintanar 8, 4º, C, en Madrid. ¿No es así?
EUSEBIO: Así es, inspector…. ¿Me…, puede…, usted decir… por qué me han detenido?
BUENDÍA: Vamos a ver, Eusebio. Aquí tengo una serie de denuncias de tus vecinos, que te hacen aparecer como un personaje peligroso.
EUSEBIO: Yo…yo…la verdad, inspector…, yo no sé a qué se pueden referir. Yo…, vivo en mi casa, tranquilo…, sin meterme con nadie…
BUENDÍA: Bueno, mira. Te voy a leer algunas de las denuncias de tus vecinos, para que sepas a qué atenerte. A ver…, aquí tengo… Sí, ésta, por ejemplo: “Eusebio Martín es un borde y un raro que no saluda en la calle, que no contesta al teléfono, que tiene la luz encendida del salón hasta las tantas…”. En esta otra dice que eres muy molesto, que se oyen pasos de madrugada, que se te caen los cacharros al suelo y hacen mucho ruido… ¿Es todo esto verdad?
EUSEBIO: Pues verá, inspector, soy un poco despistado y se me puede pasar el saludar a la gente; no contesto al teléfono porque me he dado de baja y la luz la tengo encendida porque por la noche leo y leo hasta que me vence el sueño. No sabía que la luz podía molestar a los demás, pero es que no tengo cortinas ¿sabe?… A veces no puedo dormir y me paseo por el salón… En cuanto a los cacharros…, sí, alguna vez se me ha roto un plato…
BUENDÍA: A ver… Aquí tengo otra. Esta es más fuerte. Te tratan de ácrata. Por lo visto, te interesan poco las noticias del país. Según dice aquí, un día que estaban varios vecinos reunidos en el portal comentando las últimas disposiciones del Gobierno, tú pasaste al lado y, como no te paraste, uno te preguntó que si te habías enterado de lo que había pasado y que tu contestaste que no sabías nada. Y te marchaste, así, sin más.
EUSEBIO: Es verdad, inspector. No sabía nada porque no tengo tele, ni radio, ni Internet. Me entero poco de lo que pasa por el mundo. (Baja la voz) Y tampoco me interesa mucho. No me gusta comentar ni discutir.
BUENDÍA: Y hemos llegado a la acusación más grave. En esta denuncia te tildan de homosexual. Dicen que nunca te han visto con una chica, ni te conocen pareja femenina alguna en los años que llevas viviendo en esa casa.
EUSEBIO: Pero…, inspector…, ya…, ya le he dicho que soy muy tímido. Me cuesta…, me cuesta mucho relacionarme con la gente y…, y sobre todo con las mujeres.
BUENDÍA: Eusebio, lo siento, pero todas estas denuncias no me dejan otra opción que encarcelarte hasta que tenga lugar el juicio. No se puede vivir sin teléfono, ni tele, ni Internet, sin comentar del gobierno con los vecinos, sin llevar a tu casa a mujer alguna, molestando a los de abajo con pasos y a los de enfrente con luces. Queda claro que eres un ácrata, un antisocial y de dudosas tendencias sexuales.
Porque no queremos que nos vigile ningún gran hermano, este año vamos a trabajar en la defensa y promoción de los derechos sexuales y reproductivos, como derechos humanos fundamentales y universales, la tercera línea de acción que hemos establecido como guía de nuestro tabajo a partir de este 2014.
