Como ya os contábamos hace unas semanas, en este blog, del 6 al 8 de mayo, se celebró en San Sebastián el XVII Congreso Nacional sobre el Sida e ITS, y desde Apoyo Positivo participamos en varias ponencias. Hoy os dejamos los puntos claves que expuso Jorge Garrido, director de nuestra entidad, en la ponencia El papel de las tecnologías 2.0 en la prevención en HSH, que tenéis disponible en vídeo al final de este post.
La prevención de infecciones de transmisión sexual, especialmente delVIH, es un ejercicio de gestión de la información y la comunicación, y ésta, dentro del colectivo HSH, pasa, en gran medida, por el mundo 2.0 y las nuevas tecnologías de la comunicación e información (TIC).
Tras 30 años de epidemia del virus queda clara la dicotomía de esta enfermedad en su desarrollo:
- VIH médico: el cual ha tenido una efectiva evolución en cuanto a tratamiento y asistencia médica, convirtiéndose en una enfermedad crónica y manejable en su proceso.
- VIH social: que ha marcado, sin embargo, unos procesos y creencias discriminatorios hacia las personas que viven con el virus, y que afecta a la gestión de la enfermedad y las habilidades necesarias para su comunicación social.
Esta dicotomía ha ido uno de los factores más influyentes, precisamente, en detrimento del control y evolución del virus. Se estima que en nuestro país alrededor de un 40% de las personas que viven con VIH lo desconocen, siendo origen del 70% de las nuevas infecciones.
Tanto su estado de infección como las posibles prácticas de riesgo que desencadenan nuevas infecciones, tienen un claro componente de gestión de la comunicación que está alterado, entre otros factores, por el hecho de tener que hablar del VIH y otros temas tabú relacionados con la sexualidad.
Porque como dijo Kofi Annan, anterior presidente de ONUSIDA, “el miedo al estigma conduce al silencio y el silencio es la muerte”.
Todas las variables de discriminación hacia el VIH, y a lo relacionado con la salud sexual, afectan a la comunicación del mismo y, en consecuencia, a su prevención, por lo que invisibilizan no sólo a la persona que vive con el virus, sino a muchos otros factores que tienen relación con la infección y con la promoción de la salud sexual (educación afectivo-sexual y derechos sexuales y reproductivos).
Lo que no se ve no existe y a lo que no existe en el ideario social no se le presta la atención ni los recursos necesarios. Todos estos factores que relacionan prevención y comunicación han sido, por lo tanto, un pilar fundamental a considerar desde el inicio de la epidemia del VIH, para la consecución de una prevención integral y efectiva.
Sin embargo, a lo largo de estos años del VIH, la prevención de estas infecciones ha evolucionado, de unos primeros años en los que los fondos e inversiones públicas y privadas eran mayores, y se podían desarrollar campañas de sensibilización y concienciación con impacto, a una etapa, vinculada también con las crisis económicas mundiales, en la que se han reducido de manera drástica los recursos disponibles y el apoyo a la respuesta al virus, especialmente en la prevención primaria, antes de que se produzcan esas nuevas infecciones que no se están llegando a controlar.
En esta etapa de carencias de recursos, el mundo vive justo una revolución en el ámbito de la comunicación: la aparición de las nuevas tecnologías.
Estas herramientas de gestión de la información y comunicación se antojan, a partir de ese momento, como uno de los recursos más efectivos, innovadores y accesibles para la
prevención del VIH y otras ITS.
Los diferentes recursos tecnológicos o 2.0 permiten:
- Reformular, en tiempo y forma, los canales de transmisión de la información en prevención del VIH, proporcionando una prevención más directa hacia los colectivos vulnerables.
- Trabajar de manera más confidencial y menos estigmatizante para la persona que demanda el recurso.
- Llegar a un mayor número de personas, con un mayor impacto social y con una menor inversión económica.
- Involucrar en mayor medida a la comunidad, o colectivos destinatarios de nuestros proyectos, en todas las fases del diseño, implementación y liderazgo de los proyectos sociales y sanitarios, de los que hasta ahora eran tan solo beneficiarios.
- Acotar y reducir los puntos con mayor prevalencia de ITS, diseñando una intervención en prevención más ajustada a las necesidades geográficas y mejorando su efectividad.
Las nuevas tecnologías de la comunicación y la información (TIC) han desarrollado, por lo tanto, unos espacios virtuales de comunicación, cuyo formato, y procesos de participación, mejoran los canales de prevención, pero pueden suponer, a la vez, algunos retos:
- La no adecuada gestión de la comunicación a través de ellos, el uso y condicionamiento epidemiológico.
- Un nuevo ejercicio de invisibilidad para las personas que viven con el virus o el obviar realidades.
- La diversidad metodológica necesaria en la prevención del VIH.
- Otros factores psicosociales realmente cruciales: falsa confianza por el hecho de hablar por un canal virtual, facilidad y proximidad en las relaciones sexuales, acoso, bullying, etc.
Por ello, tras la primera etapa de aparición y consolidación de las nuevas tecnologías en la prevención del VIH y otras ITS, el futuro papel de estas debe incluirse como uno de los objetivos de la comunicación de los espacios que ejercemos esa función preventiva: asociaciones, centros educativos, centros sanitarios, etc. Y la inversión financiera en la comunicación deberá ser uno de los pilares en los presupuestos de estos espacios, y demandar además la inversión pública en materias preventivas como método más efectivo y eficaz de frenar el VIH.
Al incluir las TIC en nuestros planes de comunicación debemos de responder a algunas preguntas:
- Cómo han mejorado nuestras estrategias preventivas con la aparición de las nuevas tecnologías.
- Cómo se han adaptado nuestros programas de prevención y campañas a estos recursos.
- Cuáles son los más adecuados y cómo enfrentarnos a ellos para usarlos en nuestro trabajo diario.
- Cómo combinar la prevención clásica con estos nuevos recursos.
- Cuál es el siguiente paso tras su aparición e inclusión en los programas comunitarios y sociales.
Y debemos reflexionar sobre el trascendental momento que vivimos en el control de la epidemia del VIH y el papel crucial que las TIC pueden tener en él.
Si las TIC suponen un avance en herramientas de gestión de la comunicación e información, lo suponen, por tanto, también para la prevención del VIH.
¿Pero qué significa prevenir? LA definición de la OMS, 1998, nos dice: “Medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción de factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecida”.
La prevención de una enfermedad, de este modo, tiene diferentes niveles actuación: prevención primaria, secundaria y terciaria. Cualquier programa de prevención del VIH debe considerar todas estas fases y utilizar las herramientas adecuadas que garanticen esta prevención integral, las TIC, entre otras, como innovadoras y eficaces.
Algunos ejemplos de uso de las TIC en prevención del VIH, teniendo en cuenta los anteriores niveles de actuación, son:
- Primaria: campañas de información 2.0.
- Secundaria: control 2.0 de la patología (adherencia)
- Terciaria: control epidemiológico o una investigación.
Según un estudio realizado en 2004 por la empresa Forrester Research, los homosexuales tienen, en general, un mayor interés y una más rápida adaptación a las nuevas tecnologías, por eso no podemos olvidar el papel de las TIC en la prevención dirigida al colectivo HSH. Frente a un 80% de gays y un 76% de lesbianas con conexión a Internet, sólo el 70% de los hombres y el 69% de las mujeres heterosexuales están conectados.
Las TIC son la revolución de la comunicación y transmisión de información y, por lo tanto, de la prevención del VIH. Y como ya hemos dicho, los HSH son probablemente uno de los grupos con mayor acceso y manejo de las TIC, por eso debemos considerarlo como uno de los principales canales de acceso a ese colectivo.
En este enlace podéis consultar todas las ponencias, mesas redondas, simposios y pósteres que se presentaron en el congreso.