¿Qué manos manejan el acceso a nuestra salud?

Uno de los puntos de mayor conflicto en la actualidad, relativo al ámbito de nuestra salud, especialmente tras el RD 16/2012que aprobó el gobierno para la sostenibilidad del sistema nacional de salud, es el acceso al tratamiento.

sida

La sociedad que conformamos, ha pasado a convertirse, gracias al aumento de la esperanza de vida y otros factores, como el estilo de vida, en un grupo de pacientes crónicos, frente a la atención del proceso agudo, a los que el sistema nacional de salud, con un formato obsoleto, intenta dar cobertura y debuta, en esta nueva época, con una limitación para una parte de la población: obtener un tratamiento que mejore su salud o les permita seguir con vida.

Este tipo de situaciones se agravan cuando uno pone su punto de mira en sociedades con mayores desigualdades, como en países africanos donde, en el caso del VIH, hay una mayor prevalencia y un menor acceso a tratamientos eficaces para el control de la infección. La universalidad del tratamiento del VIH siempre ha sido una asignatura pendiente del conjunto social y ya en 1994, cuando se establecieron los objetivos del milenio, se pensó en 2015 como la meta temporal para conseguir ese acceso universal. Estamos casi rozando esa fecha y nos encontramos a años luz de conseguir ese objetivo.

Hoy queremos mirar hacia esos países y, para ello, os traemos un artículo deIrene Romero, miembro de las Universidades Aliadas por los Medicamentos Esenciales (UAEM) sobre una situación que está atentando más aún el derecho a la salud y el acceso al tratamiento en África.

Conspiración de las farmacéuticas contra una nueva ley de patentes sudafricana

El acceso a los medicamentos esenciales en Sudáfrica, en juego. La reforma de la ley de propiedad intelectual está en riesgo por la agresiva campaña de las farmacéuticas.

MADRID, 04/02/2014 – IRENE ROMERO, de Universidades Aliadas por los Medicamentos Esenciales (UAEM), @uaem_madrid, www.uaem.org.

El día 16 de enero salieron a la luz una serie de emails y documentos sobre la estrategia de IPASA (Innovative Pharmaceutical Industry Association of South Africa, Asociación de Farmacéuticas Innovadoras de Sudáfrica) que, apoyada por PhRMA (Pharmaceutical Researchers and Manufacturers of America, Investigadores y Productores de Fármacos de EEUU), tiene previsto paralizar las reformas de las leyes de propiedad intelectual emprendidas recientemente en Sudáfrica.
PhRMA ha contratado los servicios de una consultora norteamericana, Public Affairs Engagement (PAE), con sede en Washington D.C. PhRMA financiará con 600.000 dólares la campaña para impedir las reformas.

Hasta ahora, el régimen de patentes en Sudáfrica (Patents Act 57 de 1978) era el sueño de cualquier farmacéutica. El negocio farmacéutico es, sin duda, muy lucrativo, y aún más cuando es tan sencillo registrar un producto sin vigilancia ni supervisión por parte de las administraciones sudafricanas. Brook Baker, de infojustice.org, ironiza: “Pfizer podría patentar una mantequilla de cacahuete mañana mismo si quisiera”. Además, nadie puede recurrir una patente una vez autorizada. Otro dato importante es que en Sudáfrica las patentes podía extenderse más allá de los 20 años que habitualmente dura una patente.

La reforma propuesta de la ley de patentes ha hecho sonar las alarmas en las empresas farmacéuticas. Los principales cambios de la legislación son:
(1) endurece las normas para patentar,
(2) revisa cuidadosamente las peticiones de cada patente,
(3) autoriza a terceras partes a recurrir las peticiones de patente
(4) limita la duración de la patente a un máximo improrrogable de 20 años,
(5) impedir monopolios basados en patentes y datos exclusivos.

Estas propuestas han sido avaladas por organismos como la Organización Mundial de la Salud o UNAIDS (Naciones Unidas – SIDA) y están de acuerdo a laDeclaración de Doha de Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC, o TRIPS, en inglés). Esta Declaración promueve el acceso universal a la asistencia sanitaria.

La reforma pondría freno a los abusos de las farmacéuticas en Sudáfrica: fin de los monopolios, de las patentes extendidas, etc. ¿Y qué medidas ha tomado PhRMA para frenar este proyecto? Según las informaciones filtradas, la campaña planeada por Public Engagement Affairs para PhRMA e IPASA era una estrategia de lobbying a puerta cerrada, con un colchón de 600.000 dólares para financiar campañas de desinformación y desacreditación de la reforma sudafricana. La campaña contempla la creación de supuestas alianzas entre investigadores y empresarios, la publicación de editoriales contra la reforma en los medios, e incluso desacreditar a las organizaciones que intenten ponerse en su camino, mediante la creación de una organización llamada “Forward South Africa”.Médicos Sin Fronteras ya se ha levantado en varias ocasiones contra la industria farmacéutica por dificultar el acceso a los productos sanitarios.
Y es que el negocio de los medicamentos no puede seguir las leyes del mercado, porque la salud no es un producto cualquiera.

Al destaparse el plan de PhRMA en Sudáfrica, Médicos Sin Fronteras ha hecho suya esta causa; y a ellos se han unido varias organizaciones, como TAC (Treatment Action Campaign), con la campaña “Fix The Patent Laws”. Tras la sorpresa inicial, las organizaciones en defensa del acceso a la sanidad han mostrado su indignación, especialmente por el secretismo de la campaña (#pharmagate en Twitter) y por despreciar abiertamente el interés público en facilitar el acceso a medicamentos. La campaña “Fix The Patent Laws” pide que la reforma se lleve a cabo, porque hasta ahora la ley defendía los derechos de los titulares de las patentes por encima de los derechos de los pacientes. Es lo que las farmacéuticas están intentando conservar. Las patentes protegen los precios de los medicamentos que fija la industria: algunos medicamentos están fuera del alcance de los que más lo necesitan.

En una entrevista en Ginebra, la reacción de Malebona Precious Matsoso, a la cabeza del departamento de Sanidad, no fue menos contundente: “Cuando la propiedad intelectual es una barrera para el acceso a los medicamentos, los países deben proteger las disposiciones de la Declaración ADPIC para salvar vidas”.

¿Y por qué las empresas farmacéuticas norteamericanas están pendientes de las leyes sudafricanas? En primer lugar, temen que esta reforma sirva de precedente y modelo para otros países, sobre todo aquellos que ya han sido escenario de protestas contra la industria farmacéutica – notablemente India, que hace casi un año rechazó la patente del medicamento Glivec de Novartis. En segundo lugar, esta nueva medida va a impedir el registro indiscriminado de medicamentos y por tanto limitar el monopolio económico de las farmacéuticas.

Sin embargo, lo que no se preveía es que hubiera detractores de esta campaña secreta en las filas de PhRMA e IPASA. Apenas unos días tras la filtración de información, la farmacéutica Novo Nordisk anunció su oposición a la campaña preparada por Public Affairs Engagement. Puede que no sea la única que se una a la postura de Médicos sin Fronteras, TAC y demás organismos internacionales. Cuando hablamos de acceso a medicamentos, estamos hablando de productos esenciales que salvan millones de vidas. Las farmacéuticas tienen que empezar a tomar posiciones: participar en esta campaña de lobbying feroz o participar en el desarrollo y la mejora sanitaria de un país.

¿Cuál es vuestra opinión al respecto?¿Tenéis alguna información que pueda aportar más datos a esta situación? Desde Apoyo Positivo seguiremos trabajando por el acceso universal a la salud, como derecho humano. Vuestra opinión e ideas pueden ayudarnos a conseguirlo.