El modelo EFQM: un camino hacia la excelencia

Escrito por Carmen Machado, socia de HAZA, Consejeros Técnicos

Hace unos años Apoyo Positivo emprendió un proceso de reflexión y análisis interno, para poder sobrevivir en este entorno cambiante y, cada día más difícil para las organizaciones en España, máxime si eres una ONG.

efqm

De todo este proceso nació una nueva organización, más moderna, que sabe hacia dónde va, con sus objetivos claramente marcados. Uno de esos objetivos es la obtención de un Sello de Calidad, que les dé una Declaración de Conformidad a las mejoras introducidas en su sistema de gestión y con el reconocimiento de una tercera parte, independiente.

Existen muchas normas, modelos o certificaciones de calidad, pero Apoyo Positivo se ha decantado por la excelencia, es decir, ha optado por el Modelo EFQM® de Excelencia (® El Modelo EFQM de Excelencia es una marca registrada), el demás prestigio y relevancia a nivel europeo. Este Modelo fue creado en 1988 por la European Foundation for Quality Management (EFQM), con la misión de permitir a las organizaciones de distinta naturaleza establecer un enfoque y un marco de referencia objetivo, riguroso y estructurado para el diagnóstico de la organización. Permite, además, orientar las líneas de mejora continua hacia las cuales deben dirigirse los esfuerzos de la organización.

¿Por qué muchas organizaciones no gubernamentales, como Apoyo Positivo, han optado por este modelo de excelencia? Las bondades de este modelo son conocidas por todo el mundo, pero también, al ser muy exahustivo, es un reto difícil de cumplir. En todos los casos, la implantación de un sistema de gestión de la calidad es un proceso que supone un cambio muy significativo en el funcionamiento de una organización. Por un lado, lleva consigo cambios en la planificación y gestión de las actividades realizadas, que supondrán en muchos casos un replanteamiento de las mismas, además de una sistematización y documentación en las formas de trabajo.

Pero más allá de los cambios formales, la calidad implica una manera distinta de hacer y ver las cosas, una filosofía nueva. Para que esta mentalidad nueva se instale en la organización, debe ser comprendida y asumida por cada una de las personas de la organización. El compromiso por parte de la dirección de la organización en la implantación es uno de los pilares del éxito, así mediante su capacidad para liderar la organización y su compromiso con el funcionamiento del Sistema de Gestión de la Calidad trasmite un ambiente en que facilitará la involucración de todos los miembros de la organización. Características todas ellas por las que destaca el Modelo EFQM®.

No vamos a negar que la implantación de este Modelo conlleva dificultades, y mucho trabajo:

  • Resistencia al cambio dentro de la organización.
  • Coste económico: a pesar de que el modelo EFQM tiene como principio la autoevaluación de la organización, la misma debe ser homologada por un experto para su reconocimiento, lo que representa costos. Además se cuenta con el apoyo de una empresa especializada que guíe a lo largo del proceso y que proporcione la formación y capacitación necesarias. También se pueden incluir aquí otros costes de oportunidad, en tiempo y dedicación. Aunque, si los analizamos bien, estos costes no son tales, ya que deben considerarse como inversión si tenemos en cuenta los beneficios, a corto y a largo plazo, de la implantación de este modelo.

Pero, sobre todo, su implantación, aporta muchas ventajas, entre las cuales queremos destacar que:

  • Da un mayor conocimiento de la entidad.
  • Refuerza el papel de los líderes.
  • Incrementa el trabajo en equipo: esfuerzos unidos para conseguir un objetivo común.
  • Incrementa la participación y el reconocimiento de las personas.
  • Mejora el clima laboral.
  • Ayuda a ordenar y organizar mejor la documentación.
  • Documenta los aspectos esenciales de la entidad.
  • Reduce la dependencia de las personas.
  • Identifica objetivos y resultados a conseguir.
  • Visibiliza resultados.
  • Aporta instrumentos de medida.
  • Centra el foco en los beneficiarios (grupos de interés).
  • Se inicia en la cultura de la mejora continua.
  • Da transparencia interna y externa.
  • Aporta reconocimiento externo.
  • Mejora los resultados de la entidad, económicos y no económicos, etc.

El camino que acaba de emprender Apoyo Positivo le llevará sin duda a la excelencia, entendida como el éxito a largo plazo mediante la satisfacción de las necesidades y expectativas de todos sus grupos de interés.